El Campeonato Mundial de Ajedrez en Singapur se encuentra en un punto crítico tras la décima partida, en la que el actual campeón, Liren Ding, optó por una estrategia conservadora frente al joven oponente indio, Dommaraju Gukesh. A medida que el marcador se mantiene empatado a 5-5, Ding busca provocar a Gukesh para que tome riesgos debido a su confianza en el desempate rápido, un formato en el que se considera superior. Este enfoque, aunque puede parecer tedioso para los espectadores, es una táctica astuta en el contexto de un campeonato mundial, donde cada movimiento es cuidadosamente calculado. La estrategia utilizada por Ding incluyó una variante conocida por sus analistas, aunque Gukesh supo defenderse eficazmente, llevándolos a un empate en menos de tres horas.
La decisión de Ding de evitar confrontaciones directas no parece estar influenciada por la estructura de premios de la Federación Internacional de Ajedrez, que favorece la combatividad con incentivos monetarios significativos. Tampoco parece disuadir a Ding de su táctica de juego seguro, un hecho probablemente motivado por su confianza en las partidas rápidas y un historial más sólido en modalidades rápidas que su joven adversario. Mientras tanto, la posición de Gukesh en el tablero y su actitud dialéctica sugieren que está abierto a adaptarse a la situación, enfrentando la presión de decidir si comprometerse en el potencial desenlace de un desempate rápido. El drama del Campeonato Mundial se intensifica con cada partida, mientras los ajedrecistas equilibran cuidadosamente sus decisiones estratégicas y emocionales en la búsqueda del título.
Leer noticia completa en El Pais.