Decenas de miles de personas se congregaron este domingo en el State Farm Stadium en Glendale, Arizona, para despedir a Charlie Kirk, líder juvenil del movimiento MAGA y cercano a Donald Trump, asesinado el pasado 10 de septiembre. Desde primeras horas de la madrugada, seguidores de Kirk, algunos provenientes de lugares tan lejanos como Filipinas, abarrotaron el estadio con capacidad para 73,000 personas, lo que obligó a miles a desplazarse a una cancha de hockey cercana. El evento fúnebre, que contó con la presencia de prominentes figuras políticas como Donald Trump y J.D. Vance, incluyó sermones emotivos y actuaciones musicales. El fervor del público reflejó la conmoción nacional por el asesinato de Kirk, de 31 años, que encarnaba un ícono conservador para muchos jóvenes estadounidenses.
El asesinato de Kirk, quien murió de un disparo durante un evento en Utah, ha reavivado el debate sobre la violencia política en Estados Unidos. Tyler Robinson, el presunto autor del crimen, se entregó a las autoridades y enfrenta cargos de asesinato agravado. El incidente ha dado lugar a diversas teorías conspirativas en las redes sociales, cuestionando tanto las circunstancias del asesinato como el papel del FBI en la investigación. En medio de una atmósfera tensa, exacerbada por el arresto de un hombre armado el día previo al funeral, el evento se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad. A pesar de las divisiones evidenciadas, el adiós a Kirk se convirtió en un símbolo del actual clima político polarizado en el país, con sus seguidores lamentando la pérdida de quien consideraban un futuro líder nacional.
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