Hace dos décadas, alcanzar Es Caló des Moro en Santanyí, Mallorca, era un desafío debido a su difícil acceso y escasa señalización. En la actualidad, esta cala sufre la presión de miles de turistas diarios, erosionando su entorno y colapsando los accesos. Este domingo, 300 residentes protestaron en la playa para denunciar los estragos del turismo masivo y las dificultades para los habitantes locales. Debido a la afluencia de visitantes, el acceso al lugar se ha deteriorado considerablemente, afectando gravemente la calidad de vida de los residentes, quienes sienten que han sido desplazados de su propio espacio.
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