Cerca de 2.000 personas se han congregado en una rave clandestina en las orillas del pantano de Santa Teresa, en Salamanca, completando su segunda jornada sin incidentes, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno. La fiesta, que ha sido organizada sin la debida autorización, ha atraído la atención de las localidades cercanas, especialmente del municipio de Salvatierra. A lo largo de este evento, la seguridad ha estado presente, pero sus acciones se han limitado principalmente a controlar el acceso y evitar que los asistentes conduzcan bajo los efectos del alcohol o drogas.
La convocatoria se ha difundido principalmente a través de redes sociales como TikTok, donde los asistentes han compartido vídeos alentando la participación. Pese a la magnitud del evento, los cuerpos de seguridad no han tenido que intervenir de forma activa, lo que indica un desarrollo pacífico hasta el momento. Este embalse es conocido por albergar este tipo de encuentros, siendo el último de su tipo en 2022, cuando un grupo de personas se trasladó allí tras una rave en Zamora. Las autoridades apuntan a que la fiesta no solo se ha mantenido dentro del orden, sino que también se han realizado esfuerzos para minimizar cualquier posible molestia a los residentes locales.
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