La concentración de poder en manos de un solo individuo o grupo puede ser un precursor directo de la tiranía, según un informe reciente sobre gobernabilidad y democracia. Expertos señalan que la falta de separación de poderes amenaza con desestabilizar la estructura política y social de los países. Esta situación no solo afecta la integridad democrática, sino que también puede derivar en abusos de poder y corrupción, destruyendo así los cimientos de un estado de derecho equitativo.
Analistas políticos destacan casos históricos donde la concentración de poderes condujo a regímenes autoritarios, subrayando la importancia de salvaguardar las instituciones democráticas. La vigilancia ciudadana y un sistema judicial independiente son cruciales para mantener el equilibrio de poderes, advierten. El informe llama a la ciudadanía y a las entidades internacionales a permanecer vigilantes y a promover mecanismos que fortalezcan la transparencia y la rendición de cuentas en el ejercicio del poder.
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