Decenas de miles de personas se congregaron en Buenos Aires este sábado para manifestarse en contra del discurso homofóbico del presidente argentino, Javier Milei, quien en el Foro Económico Mundial en Davos vinculó la homosexualidad con la pedofilia, como parte de su crítica a lo que denomina «el cáncer de la ideología woke». La protesta, que inició frente al Congreso y avanzó hacia la Casa Rosada, fue convocada por colectivos LGTBIQ+ y feministas, y contó con el apoyo de diversas organizaciones sociales, sindicales y políticas, incluyendo el peronismo kirchnerista y la izquierda, así como sectores progresistas de la Unión Cívica Radical. A pesar de que el Gobierno calificó la marcha como «partidaria», la manifestación logró reunir a un amplio abanico de participantes que, bajo lemas como «al closet nunca más», rechazaron las palabras del presidente y abogaron por el antifascismo y el antirracismo.
La reacción al discurso de Milei en Davos fue contundente, incluso por parte de algunos aliados políticos, quienes repudiaron sus comentarios. En respuesta, el Gobierno de extrema derecha propuso al Congreso un proyecto de «igualdad ante la ley», que busca eliminar la figura del feminicidio, los cupos laborales para minorías sexuales y la paridad de género en listas electorales, entre otras medidas que desmantelarían políticas públicas en contra de la discriminación. Las declaraciones de Milei, que desacreditan el feminismo y la igualdad de género, provocaron una respuesta unificada de diversos sectores de la sociedad, incluyendo la Iglesia Católica, que expresó su descontento por las barreras policiales frente a la Catedral durante la marcha. Esta movilización se suma a anteriores protestas masivas en contra del presidente, como la que tuvo lugar el año pasado por los recortes a las universidades públicas, mostrando la creciente disconformidad con las políticas gubernamentales actuales.
Leer noticia completa en El Pais.