Miles de manifestantes se congregaron en diversas ciudades del Reino Unido en respuesta a los recientes disturbios tras un operativo policial de alto calibre. Las protestas, surgidas ante nuevas convocatorias de grupos de extrema derecha para manifestarse frente a centros de inmigración, atrajeron a multitudes que repudiaban el racismo y la violencia. En Londres, la participación fue masiva, mientras que en ciudades como Bristol, Brighton y Liverpool, las protestas alcanzaron también una significativa afluencia, destacando en Liverpool la formación de un escudo humano para proteger una iglesia asociada a un centro de ayuda a migrantes. La oleada de violencia se desató luego del asesinato de tres niñas en Southport, por un joven cuyos antecedentes fueron malinterpretados en redes sociales, lo cual intensificó los disturbios y resultó en 400 detenciones.
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