En una contundente manifestación, más de 100.000 personas se congregaron en Madrid para defender la educación pública, actualmente amenazada por políticas de recorte y privatización impulsadas por el gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso. Bajo la consigna “Salvemos a la educación pública”, la marcha avanzó desde Atocha hasta la Puerta del Sol, en un ambiente de reivindicación y unidad que reunió a toda la comunidad educativa, desde infantil hasta niveles universitarios.
La movilización fue convocada por más de 20 organizaciones con el apoyo de otras 70, destacando la participación del Bloque Asambleario Intersindical, compuesto por sindicatos como CGT, CNT, Solidaridad Obrera, STEM y Co.Bas. Este bloque fue una de las facciones más significativas de la protesta, ilustrando la amplitud del desacuerdo con las políticas actuales.
Mariu Ruiz Gálvez, representante de CGT Universidad Complutense, valoró la protesta como un rotundo éxito. “Decenas de miles de personas nos reunimos en un recorrido que resultó incluso insuficiente ante la cantidad de participantes de todos los niveles educativos”, expresó Ruiz Gálvez, destacando el sentimiento de unidad contra las políticas de Díaz Ayuso: «Es un intento de asfixia de lo público», comentó, criticando el desvío de recursos hacia la educación privada y subrayando la importancia de la manifestación como un espacio de aprendizaje y resistencia.
El llamado de la marcha fue claro: la defensa de una educación pública de calidad que no excluya a nadie y sea debidamente valorada. Ana Uhía, secretaria de CGT Universidad, dirigió un vehemente discurso al cierre de la manifestación, en el que expresó el hartazgo frente al «maltrato» de las instituciones hacia la educación pública y también criticó al Gobierno de Pedro Sánchez por los presupuestos «insuficientes» destinados a educación, investigación y producción científica. Uhía concluyó con un firme desafío a las autoridades: “O calidad educativa o huelga general”.
La manifestación no se limitó a los trabajadores y trabajadoras de la educación, sino que también contó con la participación activa de estudiantes y ciudadanos solidarios, reflejando un profundo compromiso social con la defensa de la educación pública. La jornada dejó claro que la comunidad educativa en Madrid está preparada para continuar su lucha en defensa de un sistema educativo inclusivo y de calidad.
Fuente: CGT