En Valencia, un grupo de manifestantes ha extendido su protesta por la vivienda a una acampada frente al Ayuntamiento, buscando visibilizar la urgencia de una vivienda digna. Tras una manifestación que reunió a miles de personas en el centro de la ciudad, varias decenas de ciudadanos decidieron continuar su reclamo acampando en la plaza municipal. Allí, han instalado alrededor de veinte tiendas de campaña en un gesto simbólico acompañado de pancartas con el lema «València s’ofega». Los acampados han convocado a una asamblea abierta a través de redes sociales, buscando mantener la ocupación mientras anuncian una serie de actividades para el día.
La manifestación, que atrajo entre 15.000 y 50.000 personas según distintas fuentes, destacó por su enfoque no solo en la crisis habitacional, sino también en la crítica a la turistificación de Valencia. Con pancartas, los manifestantes demandaron medidas como la regulación de los precios de alquiler, la creación de viviendas de protección oficial y la restricción de ventas residenciales a inversores extranjeros. En cuanto al turismo, exigieron la prohibición de apartamentos turísticos y un control más estricto sobre el negocio hotelero. Los manifestantes destacaron su intención de reorganizar la economía local, reduciendo la dependencia del turismo y rechazando nuevas expansiones del puerto y el aeropuerto.
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