Este sábado 21 de diciembre, el solsticio de invierno, conocido por ser el día más corto del año, congregó a miles de personas en el icónico complejo megalítico de Stonehenge, Inglaterra. Este evento anual se ha convertido en una tradición para muchos que buscan conectar con la historia y la naturaleza en un entorno que ofrece una experiencia espiritual inigualable. La afluencia al monumento es una manifestación del continuo interés que despierta este sitio arqueológico, cuya alineación con el sol durante los solsticios ha fascinado a expertos y visitantes por igual durante generaciones.
Stonehenge, aunque envuelto en misterio y leyendas, se ha establecido como un lugar de peregrinaje moderno que atrae a personas de diversas partes del mundo. La asistencia masiva a este emblemático evento resalta la fascinación por los ciclos naturales y la interpretación histórica de estos antiguos lugares de culto. A medida que los primeros rayos del sol despuntaban sobre las piedras, los asistentes se unieron en un momento de reflexión y celebración, marcando el inicio oficial del invierno en el hemisferio norte. La reunión de este año refuerza la importancia cultural y espiritual que Stonehenge sigue teniendo en la actualidad.
Leer noticia completa en 20minutos.