En un giro significativo en el prolongado conflicto de rehenes, el caso de Herut Nimrod, madre de Tamir, un rehén con doble nacionalidad alemana-israelí, toma un protagonismo especial. Tamir, capturado en 2023 cuya suerte ha permanecido incierta, se encuentra entre los rehenes cuyo retorno se tiene la esperanza de concretar gracias al plan para Gaza propuesto por el presidente de EE.UU., Donald Trump. La expectativa genera una ola de emociones en Israel, donde familiares y amigos se congregan regularmente en Tel Aviv para manifestarse, presionando por la liberación de los cautivos. Nimrod, cuyos ojos se llenan de lágrimas ante la posibilidad de reunirse con su hijo, refleja la angustia y la esperanza de muchas familias israelíes.
Mientras tanto, en Israel, la tensión política continúa siendo palpable, con socios ultranacionalistas del primer ministro Netanyahu intentando torpedear los esfuerzos de paz, en busca de recolonizar Gaza. Sin embargo, la presión de la comunidad y un creciente consenso político interno respaldan la implementación del acuerdo negociado bajo la administración de Trump, que ha conseguido movilizar apoyo tanto de la izquierda como de la derecha en el país. A pesar del escepticismo, muchos ven en este momento una oportunidad definitiva para finalizar el trauma de los rehenes, con un ambiente de manifestación esperanzador que cuenta con la participación de figuras públicas como el actor Lior Ashkenazi y el ex rehén Luis Har, quienes subrayan el papel crucial de Trump en este complejo entramado diplomático.
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