El verano en las ciudades españolas se convierte en un escenario repleto de sorpresas, como las gotas de agua que caen de los aires acondicionados. Mientras muchos residentes luchan contra las altas temperaturas, estas «chispas» líquidas, lejos de ser refrescantes, son una causa de potenciales sanciones. Las autoridades municipales han comenzado a prestar atención a este goteo, que, aunque parece insignificante, está prohibido por normativa, lo que puede llevar a multas que varían entre 90 y más de 1,000 euros, dependiendo de la clasificación de la infracción en cada localidad.
Para evitar ser objeto de penalizaciones, los propietarios de aires acondicionados deben asegurarse de que el agua de condensado sea dirigida correctamente a un desagüe de pluviales, en lugar de verterla en la calle. Además, la instalación y mantenimiento de estos equipos deben ser realizados por profesionales certificados, de acuerdo con el Real Decreto 115/2017, garantizando así que el uso de aire acondicionado no solo sea seguro, sino también regulado conforme a la normativa vigente.
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