La región de Extremadura se despide de una figura emblemática en el ámbito del municipalismo, cuyo legado perdurará en el tiempo. Su vida estuvo marcada por una dedicación incansable al servicio público, destacándose especialmente en la gestión local, donde implementó políticas innovadoras que beneficiaron a miles de ciudadanos. Su visión y capacidad para transformar las comunidades le valieron el respeto y admiración de colegas y vecinos por igual.
Desde sus inicios en la política, mostró un firme compromiso con el desarrollo sostenible y la inclusión social, aspectos que se convirtieron en pilares fundamentales de su gestión. Sus contribuciones al urbanismo y la accesibilidad dejaron una huella imborrable en los municipios que lideró. Además, fue un defensor incansable de la participación ciudadana, promoviendo espacios para que los ciudadanos tuvieran voz en las decisiones locales, lo que reforzó el tejido democrático de la región.
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