Esuatini, conocido anteriormente como Suazilandia, se sitúa en el corazón de África Austral, flanqueado por Sudáfrica y Mozambique. Su nombre, que significa «tierra de los suazis», ha sido oficialmente reconocido por las Naciones Unidas. Gobernada desde 1986 por Mswati III, quien se caracteriza por un estilo de vida ostentoso—con 16 esposas y 36 hijos—la nación presenta un contraste desolador entre la opulencia de su monarquía y las dificultades económicas que enfrenta su población, de la cual aproximadamente un 59% vive en condiciones de pobreza. En 2023, el PIB per cápita fue de solo 3,339 euros, evidenciando una estancada economía que ha aumentado la desigualdad y ha agravado problemas sociales como la violencia de género y la represión de derechos fundamentales.
En esta monarquía absoluta, Mswati III ejerce un control casi total, desoyendo las disposiciones constitucionales que permiten la existencia de partidos políticos y elecciones cada cinco años. A pesar de que el país ha ratificado importantes convenciones sobre derechos humanos, Amnistía Internacional denuncia el uso sistemático de tortura y detenciones arbitrarias contra disidentes, periodistas y políticos críticos con el gobierno. Recientemente, se han reportado graves condiciones en las prisiones, donde exparlamentarios sufrieron torturas y fueron privados de atención médica, un reflejo doloroso de la situación política en Esuatini. En medio de este contexto, el rey se encuentra en España para asistir a una cumbre de la ONU, mientras su estilo de vida lujoso, que incluye un trono y ambientadores personalizados, contrasta notablemente con la realidad de su nación.
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