Un violento motín en el Centro de Readaptación Social de Tuxpan, Veracruz, resultó en la muerte de siete reclusos y dejó once personas heridas. La Secretaría de Seguridad Pública estatal informó que el motín fue causado por la protesta de los presos contra las extorsiones y agresiones perpetradas por el grupo delictivo «Sombra» dentro de la prisión. Durante las más de doce horas de disturbios, los internos prendieron fuego dentro y fuera del penal, exigiendo la presencia de activistas de derechos humanos y prensa. Las autoridades, con apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional, lograron retomar el control tras un operativo coordinado el domingo por la mañana.
Veracruz afronta un clima de violencia creciente, reflejado no solo en los recientes disturbios, sino también en otros incidentes graves. Días antes del motín, un taxista fue atacado a balazos en Tuxpan, y su padre murió mientras lo protegía en el hospital. Además, el secuestro y asesinato de Irma Hernández, una maestra jubilada y taxista, ha sacudido al país, evidenciando la extorsión y amenazas que enfrentan los transportistas de la región. Estos acontecimientos han destacado el control que organizaciones delictivas ejercen en el estado, profundizando la crisis de seguridad.
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