El gobierno de Pedro Sánchez planea un significativo aumento en el número de agentes de seguridad, fijando la meta de 25.000 efectivos para el año 2030. Esta ambiciosa expansión en el personal de seguridad requerirá una considerable inversión económica, demandando una nueva asignación de recursos por parte del Ejecutivo. El objetivo es fortalecer las capacidades de seguridad del país, adaptándose a las crecientes necesidades de protección y seguridad nacional que afronta España en el cambiante contexto global. Esta medida es parte de un enfoque más amplio para mejorar la infraestructura de seguridad y garantizar la efectiva cobertura de servicios en todo el territorio nacional.
El plan contempla no solo el incremento en el número de agentes, sino también mejorar las condiciones laborales y la capacitación del personal. Este enfoque holístico busca asegurar que los nuevos reclutas estén bien preparados para enfrentar los desafíos actuales y futuros del panorama de seguridad. Sin embargo, la iniciativa ha generado debate sobre su viabilidad económica y la priorización de recursos en el contexto de otras necesidades presupuestarias del país. Las discusiones giran en torno al balance necesario para garantizar la seguridad sin comprometer otras áreas críticas del gasto público.
Leer noticia completa en El Mundo.