Israel llevó a cabo una serie de bombardeos en Siria, causando al menos 16 muertos y decenas de heridos, mayoritariamente civiles, en la localidad de Masyaf y sus alrededores en la provincia de Hama. Según fuentes de inteligencia, el blanco principal era un centro de producción de armas químicas relacionado con expertos militares iraníes, aunque Irán niega su implicación. Los ataques, dirigidos a milicias proiraníes como Hizbulá, buscan frenar el suministro de armas hacia Líbano. La tensión se intensifica en la frontera con Líbano, mientras figuras políticas israelíes piden una acción militar decisiva contra Hizbulá.
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