El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha aprovechado su discurso de fin de año para destacar una postura única respecto a la inmigración, diferenciándose del enfoque tradicional de su partido, el Partido Popular (PP). Durante su discurso, emitido desde el puerto de la Bahía de Algeciras, Moreno abordó el drama de la inmigración, un tema que ha generado un acalorado debate entre el PSOE y el PP debido al aumento de llegadas a Canarias. «Es muy fácil hacer demagogia con la inmigración», comentó, enfatizando la necesidad de atención y solidaridad hacia los inmigrantes, y subrayando el rol de Andalucía como un puente entre continentes y culturas. Además, destacó la importancia de una política migratoria de Estado, instando al Gobierno central a involucrarse más y solicitando a la Unión Europea reconocer a Andalucía como la frontera sur del continente.
Moreno también reiteró su apoyo al Gobierno español en las negociaciones post-Brexit sobre Gibraltar, defendiendo un acuerdo beneficioso para el Campo de Gibraltar y manifestando que este territorio es sentido como parte de Andalucía. No es la primera vez que el presidente andaluz se distancia de las posturas más duras de su partido en temas como la inmigración, buscando un discurso de serenidad y moderación, alejado de la confrontación continua. En su mensaje, resaltó el crecimiento económico andaluz, aunque reconoció áreas de mejora en los servicios públicos de la región. A través de este enfoque conciliador y progresista, Moreno busca proyectar una imagen de estabilidad y diálogo que, según él, caracteriza a la «vía andaluza».
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