En un crucial enfrentamiento de la Champions League, el delantero español brilló al marcar el segundo gol en la victoria de su equipo por 1-3, un partido que puso de manifiesto las debilidades estructurales del conjunto blanco. A pesar de las destacadas actuaciones individuales, el equipo perdió su segunda contienda en la competencia, lo que ha incrementado la presión sobre el entrenador y la directiva. La derrota expuso fallos en la defensa y la falta de cohesión en el mediocampo, elementos que necesitarán una revisión urgente si el equipo desea mantenerse competitivo en el torneo de clubes más prestigioso de Europa.
Con esta reciente caída, el vestuario blanco se encuentra en el centro de un torbellino mediático, con aficionados y expertos cuestionando la estrategia y las decisiones tomadas en los últimos meses. La necesidad de ajuste se evidencia no solo en el rendimiento sobre el césped, sino también en las decisiones tácticas desde el banquillo. Mientras el equipo trata de reencontrarse con su mejor versión, la presión continúa en aumento, amenazando con desbordar un proyecto que prometía devolver al club a su posición dominante en el continente, pero que actualmente lucha por superar sus propias sombras.
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