En una tarde desapacible para la tauromaquia, la esperada corrida de Núñez del Cuvillo defraudó con una selección de toros que presentaron hechuras inexplicables, sorprendiendo negativamente a los asistentes en la plaza. Las dos máximas figuras del toreo que encabezaban el cartel no lograron destacar debido a las condiciones poco favorables del ganado, que exhibió una bravura irregular y un comportamiento inesperado en el ruedo. La decepción fue palpable entre los aficionados que esperaban un espectáculo de mayor calidad en esta tradicional cita taurina.
Por otro lado, la tarde marcó la alternativa del joven torero Javier Zulueta, quien recibió al que fue considerado el toro con mejores proporciones y fondo de la jornada. Aunque Zulueta mostró destellos de su potencial, la actuación fue calificada como discreta, probablemente condicionada por el contexto desafiante de una corrida marcada por la falta de casta y regularidad en el juego de los animales. A pesar de las dificultades, el torero prometió perseverar en su carrera y superar los desafíos futuros en el mundo de la tauromaquia.
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