La pasada Feria de Abril en Sevilla tuvo su punto culminante con la reaparición de Morante de la Puebla, quien dejó atrás problemas personales para desplegar su arte en el ruedo, llenando de entusiasmo a los asistentes. Durante los 16 días de festejos, la fiesta taurina disfrutó de actuaciones memorables, con toreros como David de Miranda sobresaliendo al salir por la Puerta del Príncipe. En total, se concedieron veintiocho orejas, aunque solo una de estas puertas se abrió, lo que evidencia una feria rica en emociones y momentos para recordar, impulsada por el compromiso de los matadores y el ambiente único de La Maestranza.
No obstante, la feria también destacó por la controversia en torno a la evolución del “toro de Sevilla”, que algunos consideran ha perdido su contundente presencia de antaño. Esta situación plantea dudas sobre la integridad de la fiesta, debido a la presión de las figuras y la permisibilidad de las autoridades. Adicionalmente, la preocupación se extiende al comportamiento del público, influido por un consumo de alcohol que supera al de años pasados, afectando la experiencia en el ruedo. A pesar de estos desafíos, las actuaciones de toros como ‘Mosquetón’ y ‘Anárquico’ dejaron destellos de bravura, impulsando la esperanza de que el espectáculo taurino recupere su exigencia y esplendor tradicionales.
Leer noticia completa en El Pais.