Después de más de una década de incertidumbre y desafíos económicos, la calificación crediticia de ‘A’ ha sido finalmente recuperada, marcando un significativo hito en la recuperación post-crisis financiera. Este avance refleja mejoras sustanciales en la estabilidad económica, con un crecimiento sostenido y políticas fiscales más sólidas que han contribuido a restaurar la confianza entre los inversores. La pérdida de esta calificación, que ocurrió en el marco de la crisis financiera global, había dejado a la economía con limitaciones para acceder a condiciones favorables en los mercados internacionales, afectando también la percepción general del riesgo asociado.
Este renacimiento crediticio se atribuye a un esfuerzo continuo para fortalecer los fundamentos económicos, incluyendo la reducción del déficit fiscal y la gestión eficiente de la deuda pública. Las reformas implementadas en los últimos años han jugado un rol crucial en este proceso de restauración, permitiendo a las finanzas del país alcanzar una posición más resiliente frente a posibles futuros desafíos globales. La recuperación del estatus ‘A’ no solo simboliza un retorno a la normalidad en los mercados, sino que también proyecta un escenario optimista para los próximos años, con potenciales beneficios que pueden traducirse en más inversiones y un crecimiento económico sostenido.
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