El Partido Popular se ha visto sacudido por las investigaciones que involucran a 28 personas, entre las cuales solo uno era afiliado al partido. Este individuo, un exministro, estaba bajo el escrutinio de las autoridades, generando tensiones internas en la organización política. En la sede de Génova, se había empezado a considerar la aplicación de un «procedimiento informativo» para analizar su comportamiento y posibles implicaciones legales, antes de que se tomaran medidas más drásticas.
El partido, que busca desvincularse de cualquier tipo de escándalo que pueda empañar su imagen, ha destacado su compromiso con la transparencia y el cumplimiento de la ley. La situación subraya el desafío continuo al que se enfrentan las formaciones políticas en España, donde la lucha por mantener una reputación limpia choca con los resultados de investigaciones judiciales que involucran a sus miembros. La decisión de iniciar un proceso informativo refleja un intento por parte del PP de mantener control sobre las narrativas negativas antes de la posible explosión mediática que podrían causar dichas investigaciones.
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