La crisis en el aeropuerto, que comenzó hace varios meses, aún no ha llegado a su fin. Cada noche, cientos de personas sin hogar encuentran refugio en las terminales, lo que ha generado preocupación tanto en las autoridades como en los viajeros. El flujo constante de personas buscando un lugar seguro donde pasar la noche ha convertido las salas de espera en refugios improvisados. Esta situación ha sido motivo de críticas hacia la gestión de los recursos por parte de las autoridades, quienes aún no han logrado implementar una solución efectiva.
Los pasajeros habituales y el personal del aeropuerto han expresado su inquietud por el impacto que esta situación tiene en la seguridad y comodidad de todos. Las medidas hasta ahora adoptadas parecen insuficientes para abordar el problema de raíz, y se espera que se tomen acciones más contundentes próximamente. La necesidad de una respuesta coordinada que incluya a servicios sociales, entidades locales y el gobierno es cada vez más urgente para brindar refugio adecuado a las personas afectadas y normalizar el funcionamiento del aeropuerto.
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