La hija de la K-beauty, una tendencia emergente en el cuidado de la piel, está revolucionando la industria cosmética con un enfoque innovador al hidratación. Esta técnica consiste en aplicar capas de productos hidratantes de manera similar a un sándwich, utilizando una cuidadosa alternancia de texturas e ingredientes específicos para maximizar la efectividad de cada capa. Inspirada en la detallada rutina coreana de cuidado facial, esta metodología busca optimizar la absorción de nutrientes y mantener la piel en un estado óptimo de hidratación y salud durante más tiempo.
El creciente interés por esta técnica se debe a su capacidad para adaptarse a diferentes tipos de piel y necesidades individuales, permitiendo personalizar cada rutina de acuerdo a las características particulares del usuario. Los expertos destacan que la clave radica en elegir los productos adecuados y aplicarlos en el orden correcto, asegurando que cada capa complemente y potencie la acción de la anterior. Esta tendencia está ganando adeptos globalmente, siendo adoptada tanto por expertos en dermatología como por aficionados al cuidado personal que buscan resultados visibles y duraderos en su piel.
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