Mohamed VI celebra su 25° aniversario como Rey de Marruecos con numerosos avances sociales y culturales y una recién estrenada Vicepresidencia en el COI de la exatleta Nawal el Moutawakel. La exatleta olímpica simboliza el progreso de un país que ha evolucionado significativamente bajo el liderazgo de Mohamed VI, quien ha transformado la vida, tradiciones, economía, política social y derechos de Marruecos, convirtiéndolo en un referente para los países musulmanes.
Durante los últimos 25 años, el Reino de Marruecos ha experimentado un cambio notable. Desde su ascensión al trono en 1999, Mohamed VI ha promovido una visión de modernización que abarca múltiples aspectos de la sociedad marroquí. La inversión en infraestructuras ha sido uno de los pilares de esta transformación, con proyectos emblemáticos como el puerto Tanger Med y la línea de tren de alta velocidad entre Tánger y Casablanca, la primera en el continente africano.
La apuesta por las energías renovables, representada por la Central Solar Noor, demuestra el compromiso del país con un futuro sostenible. Al mismo tiempo, reformas sociales como la modernización del Código de Familia y la creación de la Autoridad de Equidad y Reconciliación reflejan los avances en derechos humanos, consolidando la reputación de Marruecos en la comunidad internacional.
En el ámbito económico, Marruecos ha diversificado su base productiva, atrayendo inversiones en sectores como la industria automotriz. El país se posiciona como un hub logístico y de producción, aprovechando su estratégica ubicación geográfica. Además, Marruecos está emergiendo como un centro clave para la producción de baterías eléctricas, con planes ambiciosos para que, en 2030, el 60% de los vehículos exportados sean eléctricos.
La diplomacia marroquí ha jugado un papel crucial en este periodo, fortaleciendo relaciones con la Unión Europea y aumentando su presencia en África. Un logro significativo ha sido el creciente reconocimiento internacional de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, con numerosos países abriendo consulados en Laâyoune y Dakhla.
Las relaciones entre España y Marruecos han alcanzado un estado notablemente positivo, considerado como el mejor en décadas. La cooperación en áreas como seguridad, comercio y migración ha sido fundamental para este fortalecimiento. La organización conjunta del Mundial de Fútbol 2030 junto a España y Portugal representa una oportunidad histórica para profundizar los lazos y promover una mayor cooperación global.
El intercambio cultural también ha sido significativo, con un aumento del interés por el aprendizaje del español entre la élite marroquí. La proximidad geográfica ha facilitado un flujo cultural entre ambos países, especialmente en regiones del norte de Marruecos.
La cooperación en el sector agroalimentario también destaca en las relaciones hispano-marroquíes. España se ha consolidado como el principal socio comercial de Marruecos, con el intercambio superando los 20,000 millones de euros en 2022. La colaboración en la gestión de los desafíos del cambio climático y la seguridad alimentaria refleja un compromiso conjunto para un desarrollo sostenible.
En resumen, los principales aspectos de las relaciones hispano-marroquíes incluyen una sólida cooperación económica y comercial, colaboración en seguridad y gestión de la migración, diálogo político continuo, y esfuerzos conjuntos en agroalimentación y grandes eventos como el Mundial de 2030. La resolución del conflicto del Sáhara Occidental mediante la propuesta de autonomía reconocida por España ha permitido a ambos países concentrarse en áreas de cooperación productiva, promoviendo un futuro de paz y prosperidad compartida.