El monarca alauíta ha roto su silencio tras dos semanas de intensas movilizaciones que se han desarrollado en todo el país en respuesta al creciente malestar por el deterioro de las instituciones. En su esperado pronunciamiento, el monarca reconoció las preocupaciones de la ciudadanía y se comprometió a implementar reformas que fortalezcan el sistema institucional. Los manifestantes, que han salido a las calles en múltiples ciudades, exigen un cambio significativo en la gestión gubernamental y mayor transparencia en las operaciones del Estado.
El discurso real ocurre en un contexto de creciente tensión social, donde la ciudadanía reclama mayor participación y un cambio en las políticas económicas. Las protestas, que han reunido a miles de personas, reflejan el descontento con la corrupción y la falta de efectividad en los servicios públicos. Expertos señalan que el pronunciamiento del monarca es un paso inicial, pero la verdadera prueba será la ejecución de las prometidas reformas y la capacidad del gobierno para responder a las demandas de cambio y modernización institucional.
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