En un discurso solemne ante el Parlamento marroquí, el rey Mohamed VI, vistiendo la tradicional chilaba amarilla de la realeza alauí, instó a su gobierno y legisladores a trabajar en la justicia social y territorial en respuesta a las recientes protestas masivas lideradas por jóvenes de la generación Z. Estos jóvenes, agrupados bajo el movimiento «GenZ 212», han exigido mejoras en sanidad, educación y una lucha efectiva contra la corrupción, llevando a la suspensión temporal de sus manifestaciones coincidiendo con el discurso real. Aunque no se refirió directamente a todas las demandas, el rey subrayó la necesidad de comunicación y compromiso con los derechos y libertades básicas, perfilando un llamado a un cambio en la mentalidad y métodos de trabajo gubernamentales.
Durante su recorrido hacia el Parlamento, Mohamed VI fue recibido por miles de ciudadanos en un ambiente poco habitual de movilización pero no ajeno a las recientes tensiones sociales. A pesar de evitar mencionar expresamente algunas de las demandas más críticas, como la destitución del primer ministro Aziz Ajanuch, el monarca destacó la importancia de no contraponer grandes proyectos de infraestructura con los imprescindibles avances en programas sociales, especialmente ante eventos como la próxima Copa de África de Naciones y el Mundial de 2030. Mientras tanto, la ministra de Economía y Finanzas, Nadia Alaui, reafirmó la capacidad del país para abordar las demandas sociales sin descuidar el desarrollo de sus infraestructuras. Sin embargo, las protestas han dejado un saldo trágico de tres jóvenes fallecidos y muchos otros enfrentando medidas judiciales, lo que añade una carga de urgencia y complejidad al actual clima político en Marruecos.
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