La esterilización de gatos es un procedimiento que, además de prevenir camadas no deseadas, mejora la salud y la longevidad de estos animales. Sin embargo, un desafío importante para los propietarios es el control del peso, ya que un estudio revela que el 65% de los gatos esterilizados padece sobrepeso u obesidad. Los veterinarios, al atender a estos felinos por otros motivos, a menudo se encuentran con dueños que no notaron el aumento de peso. Esto se debe, en parte, a la disminución de hormonas como estrógenos y testosterona tras la esterilización, lo que eleva el apetito y reduce el metabolismo basal, creando un entorno propicio para la ganancia de peso si no se toman las precauciones adecuadas.
Los especialistas subrayan la importancia de adaptar la alimentación y promover un estilo de vida activo para prevenir la obesidad. Se recomienda proporcionar piensos específicos para gatos esterilizados y seguir las raciones sugeridas por los fabricantes. Además, dedicar entre 15 y 20 minutos diarios al juego es crucial para mantener la curiosidad natural del gato y evitar que se convierta en un animal sedentario. Los expertos advierten sobre las graves consecuencias de permitir el sobrepeso, que incluyen riesgos de diabetes y problemas articulares. Por ello, con una nutrición adecuada, ejercicio regular y un entorno estimulante, es posible que los gatos lleven una vida saludable y feliz, sin los peligros asociados a la obesidad.
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