Un estudio reciente sugiere que un cuerpo celeste, no especificado en el párrafo, contiene suficiente agua para cubrir su superficie con océanos de entre uno y dos kilómetros de profundidad. Esta notable cantidad de agua subraya la importancia de este objeto en la búsqueda de ambientes que puedan albergar vida, y plantea nuevas preguntas sobre su formación y evolución en el cosmos.
Leer noticia completa en El Mundo.
Resumen de privacidad
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.