El gobierno de Italia liderado por Giorgia Meloni ha generado polémica al intentar reescribir aspectos históricos del país, especialmente en relación con el fascismo y el antisemitismo. Recientemente, la ministra de Igualdad de Oportunidades y Familia, Eugenia Maria Roccella, expresó controversiales opiniones sobre las excursiones escolares a Auschwitz, especulando que podrían sesgar la percepción sobre el antisemitismo, al sugerir que no es excluyente del fascismo. Las declaraciones de Roccella han sido recibidas con críticas, principalmente de figuras como la senadora vitalicia Liliana Segre y la superviviente Tatiana Bucci, quienes enfatizan la importancia de estas visitas para educar sobre el horror del nazi-fascismo.
Las palabras de la ministra han causado un revuelo significativo no solo en la oposición política, sino también entre las organizaciones dedicadas a preservar la memoria histórica. El Memorial de la Shoah de Milán calificó sus comentarios como una «falsedad histórica». Por su parte, la oposición ha pedido a Giorgia Meloni que se posicione contra las declaraciones de Roccella, sin obtener respuesta del Gobierno. Mientras tanto, Meloni ha aprovechado otros eventos, como el asesinato de un activista estadounidense y la situación en Gaza, para criticar a la izquierda italiana, acusándola de crear un clima de odio. La situación sigue intensificando el debate sobre el manejo de la historia por parte de la ultraderecha en el poder.
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