Unas 1.500 personas se reunieron en Valladolid para mostrar su apoyo a las provincias devastadas por el fuego, exigiendo mejoras en las políticas forestales de la Junta de Castilla y León. Los manifestantes demandaron la dimisión del presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, y de su consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al tiempo que pidieron más recursos y prevención para los bomberos forestales. La concentración, que coincidió con otras en Burgos y Soria, reivindicó la memoria de las víctimas del incendio y criticó la falta de acción ante la crisis medioambiental que ha asolado regiones como El Bierzo. Pancartas con mensajes como «¡Nuestra tierra arde!» y homenajes a los cinco fallecidos durante el verano marcaron la marcha.
Durante el recorrido que culminó en la Plaza Mayor de Valladolid, se enfatizó en la necesidad de inversiones preventivas y el apoyo al ámbito rural para mitigar riesgos futuros. Manifestantes de todas las edades y profesiones alzaron la voz contra el abandono del campo y las precarias condiciones laborales de los bomberos. Testimonios de personas cercanas a los afectados por los incendios resaltaron la urgencia de actuar y unir esfuerzos para enfrentar estos desastres naturales cada vez más frecuentes. La movilización destacaba la importancia de la unidad territorial y la solidaridad entre ciudades para combatir lo que muchos consideran un problema común y urgente.
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