En la jornada del sábado, el corazón de la capital se estremeció con una manifestación multitudinaria que llenó las calles desde Atocha hasta Sol, un claro reflejo del respaldo masivo que ha cosechado esta movilización por parte de diversas organizaciones de pensionistas de todo el Estado. La reivindicación que resonó con más fuerza entre los manifestantes fue la demanda de una auditoría de la Seguridad Social que esclarezca el destino de las cotizaciones y evidencie la viabilidad de un Sistema Público de Pensiones.
La Confederación General del Trabajo (CGT) había lanzado un llamado urgente a toda la sociedad para unirse en defensa de un sistema de pensiones que asegure un retiro digno para toda la ciudadanía. En su comunicado previo a la marcha, subrayaron la importancia de comprender que todos, en algún momento de nuestra vida laboral, podríamos depender de una pensión, no solo al alcanzar una edad avanzada, sino también en circunstancias inesperadas donde trabajar sea imposible.
El mensaje de CGT se extendió también a criticar la creciente narrativa que, apoyada por ciertos sectores mediáticos, políticos y empresariales, pretende convencer de la inviabilidad económica de mantener pensiones dignas. Para el sindicato anarcosindicalista, este discurso no solo es peligroso, sino que contradice el esfuerzo y los derechos adquiridos por la clase trabajadora después de años de contribuciones.
Durante la manifestación, la CGT expresó su descontento con medidas controversiales, como las «bajas flexibles». Este concepto, que permite reincorporaciones laborales antes de obtener una completa recuperación médica, fue duramente criticado por la organización, que argumentó que tal práctica pone en riesgo la salud del trabajador y podría aumentar la ya preocupante cifra de accidentes laborales mortales.
Las plataformas de jubilados y pensionistas que participaron en la marcha también dejaron claro que la lucha por defender el sistema público de pensiones continuará en las calles. Invitaron a todas las personas que rechazan el desmantelamiento del sistema a unirse en futuras acciones de protesta, afianzando la idea de que solo mediante una movilización constante se podrá proteger este derecho fundamental.
Este clamor social destaca la urgencia de abordar el tema de las pensiones desde una perspectiva que priorice el bienestar y la dignidad de aquellos que han contribuido al tejido social y económico del país durante toda su vida laboral. Con una participación tan robusta y decidida, el mensaje enviado a las autoridades es claro: la defensa de un sistema de pensiones justo y sustentable no solo es necesaria, sino ineludible.
Fuente: CGT