En medio de un escándalo financiero de gran magnitud, el presidente argentino Javier Milei ha negado cualquier responsabilidad tras la caída abrupta de la criptomoneda $Libra. Inicialmente había recomendado su adquisición a sus millones de seguidores en redes sociales, lo que provocó un alza explosiva en su valor. Sin embargo, poco después, algunas pocas billeteras retiraron grandes sumas, lo que colapsó su cotización. En su defensa, Milei argumentó que se trataba de un problema entre privados y que los inversores eran conscientes de los riesgos. Afirmó que su intención era apoyar un proyecto que pretendía ayudar a emprendedores sin acceso al mercado formal y destacó que él solo difundió, mas no promocionó, la criptomoneda.
El incidente llega a la Justicia con acusaciones formales por supuesta estafa y delitos relacionados a la ética pública, enfrentando Milei una grave crisis política desde que asumiera la presidencia en 2024. Mientras la oposición kirchnerista pide juicios políticos, otros instan a realizar una profunda investigación. En paralelo, se ha interpuesto una denuncia similar en Estados Unidos, señalando que los implicados actuaron sin las debidas autorizaciones de entidades como la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense. Entre tanto, Milei sostiene que obraba con buena fe bajo el deseo de fomentar proyectos innovadores, y promete endurecer los controles sobre su entorno para evitar futuras exposiciones a posibles engaños, sugiriendo que pudo haber sido víctima de una trampa por parte de los promotores de $Libra.
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