Javier Milei, presidente de Argentina, ha decidido mantener el sistema de bandas para el tipo de cambio, a pesar de las presiones del mercado que piden la libre flotación del peso frente al dólar. Defendiendo ahora los controles cambiarios, Milei se prepara para un viaje a Estados Unidos, semanas después de recibir un rescate de la Casa Blanca que estabilizó su situación financiera de cara a las elecciones legislativas. El tipo de cambio argentino opera entre bandas que se amplían mensualmente, una estrategia implementada desde abril tras un acuerdo con el FMI de 20.000 millones de dólares. Durante las elecciones legislativas de octubre, la presión por una flotación libre se intensificó, pero Milei mantuvo la estabilidad del peso gracias a un apoyo financiero de Estados Unidos.
El triunfo electoral de Milei, contrario a lo que las encuestas preveían, ha reforzado su estrategia económica y sigue resistiendo las demandas para liberar la moneda de control estatal. Sin embargo, la falta de reservas internacionales permanece como una preocupación central, algo que el respaldo de Trump ayudó a aliviar. Milei prevé que el incremento en la demanda de dinero post-electoral ayudará a acumular reservas. Mientras tanto, el gobierno avanza con un plan de reformas estructurales, buscando alianzas políticas en el Congreso, especialmente con partidos moderados. Ha dejado fuera de las negociaciones a los legisladores peronistas leales a Cristina Kirchner, y se enfoca en una reforma laboral y un nuevo sistema tributario que favorece a grandes empresas.
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