En el Foro Económico Mundial en Davos, el presidente argentino Javier Milei arremetió contra diversas ideologías y derechos, calificando al feminismo, la diversidad y la ideología de género como «enemigos». Su gobierno planea eliminar la figura legal del feminicidio, así como leyes que promueven la paridad de género y los cupos laborales para minorías, buscando implementar un proyecto llamado «igualdad ante la ley». Esta iniciativa, sin embargo, enfrentará desafíos significativos en el Congreso argentino, donde la administración aún no cuenta con el respaldo necesario para asegurar su aprobación. La postura del Ejecutivo ha provocado fuertes reacciones, incluidas declaraciones del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien defendió la eliminación del feminicidio argumentando en pro de la igualdad consagrada en la Constitución.
Las reacciones al discurso de Milei y sus planes de reforma no se han hecho esperar. Organizaciones como Amnistía Internacional denunciaron que la eliminación de la figura del feminicidio invisibiliza tipos específicos de violencia hacia las mujeres. Desde la esfera política, opositores de diferentes frentes ideológicos también levantaron su voz. Mónica Macha, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados, acusó a Milei de fomentar desigualdad y prácticas de odio, mientras que la legisladora de izquierda Myriam Bregman resaltó la falta de igualdad real entre géneros, justificando la necesidad de las legislaciones vigentes. Estas propuestas de reforma se inscriben en una serie de medidas de recorte de políticas de género que Milei ha implementado desde que asumió la presidencia, incluyendo el cierre del Ministerio de las Mujeres y la reducción de programas de ayuda a víctimas de violencia.
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