Este jueves en Buenos Aires, el presidente argentino anunció su compromiso de reformar el Código Penal con el objetivo de brindar «más protección para las víctimas y más castigo para los delincuentes». La ley vigente, que data de 1921, está en el centro de un debate nacional, ya que las autoridades consideran que es necesario actualizarla para adaptarla a los desafíos actuales de la seguridad y la justicia. El presidente destacó la importancia de esta reforma para mejorar el sistema judicial del país y garantizar una respuesta más efectiva ante el crimen.
El anuncio ha generado un amplio respaldo entre diversos sectores, que ven en esta medida una oportunidad para reforzar la confianza pública en el sistema legal argentino. Sin embargo, también hay voces críticas que señalan la necesidad de un enfoque integral que no solo se centre en el endurecimiento de penas, sino que también contemple la prevención del delito y la rehabilitación. Los próximos meses serán cruciales para observar cómo se desarrolla el proceso legislativo y cuál será el impacto concreto de estas reformas en la sociedad.
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