El conflicto entre el Gobierno de Javier Milei y los sindicatos del sector aeronáutico en Argentina ha alcanzado una tregua temporal tras una semana de tensiones. Las huelgas organizadas por los gremios en demanda de aumentos salariales y reincorporación de trabajadores despedidos provocaron demoras y cancelaciones en los vuelos, aumentando el malestar entre los pasajeros. Ante esta situación, el Ejecutivo decidió desregular el servicio de rampas en todos los aeropuertos argentinos y autorizó a las fuerzas de seguridad a realizar estas tareas, antes exclusivas de la estatal Intercargo. Esta medida se inscribe en un contexto más amplio de desregulación y apertura del mercado aerocomercial que busca implementar el gobierno de Milei, quien ha manifestado su intención de privatizar o cerrar Aerolíneas Argentinas en ausencia de una ley del Congreso que lo permita.
En medio de las discusiones, el Gobierno acusa a los sindicatos de prácticas de «terrorismo sindical», mientras los representantes gremiales rechazan las acusaciones de secuestro de pasajeros en aviones, aunque sí reconocen demoras por retenciones de equipajes. Se produjo el despido de 15 empleados adicionales de Intercargo, intensificando así la disputa. La resolución gubernamental promulgada dicta un nuevo Reglamento para el Certificado de Atención en Tierra, permitiendo a nuevas empresas competir en el mercado del servicio de rampa que, hasta ahora, tenía a Intercargo como principal operador. A pesar de estos movimientos, el diálogo entre las autoridades y los sindicatos se ha reanudado, buscando alcanzar un consenso que evite mayores disrupciones, aunque aún no se han resuelto los temas salariales ni la reinstalación de los despedidos.
Leer noticia completa en El Pais.