Guillermo Francos, hasta ahora jefe de Ministros del gobierno de Javier Milei, presentó su renuncia en medio de rumores sobre cambios en el Gabinete Nacional. Justificó su decisión argumentando la necesidad de que el presidente pueda llevar adelante su gestión sin restricciones, tras el contundente triunfo de la ultraderecha en las elecciones del 26 de octubre. Aunque se esperaba que Francos mantuviera su posición debido al respaldo que parecía haber ganado tras los comicios, su renuncia refleja las tensiones internas. La salida de Francos coincide con la del ministro del Interior, Guillermo Catalán, quien también presentó su renuncia luego de apenas dos meses en el cargo.
La renuncia de Francos se da en un contexto de posibles reestructuraciones dentro del gobierno de Milei, quien baraja nuevos nombres para posiciones clave. Manuel Adorni, portavoz oficial y figura cercana a Karina Milei, asumirá la jefatura de Ministros. En el trasfondo de esta crisis interna, se coloca a Santiago Caputo como una figura clave, pese a la tensa relación que mantenía con Francos, especialmente por el control que Caputo ejerce sin asumir responsabilidades formales. El desgaste de Francos en su rol, enfrentando dificultades para cumplir promesas políticas, se añade a los recientes cambios ministeriales, donde otras figuras claves como el canciller Gerardo Werthein también han decidido abandonar el barco en medio de un clima de incertidumbre.
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