El presidente argentino Javier Milei vetó una ley que había sido aprobada por amplia mayoría en el Congreso, la cual establecía un incremento en las pensiones para compensar el ajuste económico implementado desde diciembre. Milei justificó su decisión argumentando que el aumento pondría en peligro la estabilidad fiscal del país. La ley, impulsada por la oposición, pretendía compensar un desfasaje causado por el ajuste inicial, estableciendo además un piso de ingresos para los jubilados, una medida que el gobierno consideró insostenible económicamente. El veto ha abierto un desafío político, ya que la oposición podría anularlo si logra reunir dos tercios de los votos necesarios en el Congreso, un movimiento sin precedentes en la historia democrática de Argentina. El rechazo a la ley también revela tensiones internas y la necesidad de mayor negociación política por parte de Milei, quien ya ha mantenido encuentros estratégicos con líderes aliados y opositores.
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