Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, compareció el pasado 8 de enero ante el Tribunal Supremo en relación con una polémica acusación sobre el fiscal general, Álvaro García Ortiz. Rodríguez afirmó que su acusación de que García Ortiz había filtrado información sobre el novio de Ayuso, Alberto González Amador, se basaba en una «deducción» personal y no en datos concretos. Durante el interrogatorio por parte de la abogada del Estado, Rodríguez explicó que, al considerar que solamente la Fiscalía y el abogado de González Amador tenían acceso al expediente, asumió que la filtración debía provenir del fiscal general.
Sin embargo, la abogada del Estado le recordó que, en realidad, había una tercera parte involucrada, ya que la Fiscalía había presentado una denuncia veinte días antes, lo que incluía al Decanato en el acceso al expediente. A pesar de esta aclaración, Rodríguez defendió su conclusión, aunque admitió que podría no estar completamente fundamentada. El juez Ángel Hurtado, que preside el caso, intervino para evitar que la abogada del Estado continuara el debate sobre la validez de la deducción de Rodríguez, dirigiendo la atención hacia otros aspectos del interrogatorio.
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