La corrida tuvo lugar con una prometedora faena que se vio empañada por un desafortunado error con la espada. Un toro excepcional de la ganadería de Gallardo fue el protagonista, mostrando bravura y calidad en el ruedo. Sin embargo, el matador no logró culminar la lidia de manera satisfactoria debido a una fallida estocada final. Este error opacó lo que podría haber sido una actuación memorable, dejando en el público una sensación de desencanto. Ureña, por su parte, no logró comprender las virtudes de otro buen toro al que enfrentó, lo que resultó en una faena menos destacada de lo esperado.
En contraste, Ginés mostró una buena actuación, ganándose el reconocimiento del público con su habilidad y carisma. A pesar de los momentos de éxito individual, la corrida estuvo marcada por la fatalidad y una decepcionante intervención de toros sobreros que no cumplieron con las expectativas, lo cual generó críticas entre los asistentes y entendidos del mundo taurino. Las irregularidades con los sobresalientes contribuyeron a una sensación de estafa, afectando el balance global del evento y dejando una sombra sobre lo que podría haber sido una tarde completamente triunfal.
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