Microsoft ha dado un notable paso adelante en la computación cuántica con el anuncio, junto a Atom Computing, de una innovadora máquina cuántica comercial que gestiona 24 qubits lógicos entrelazados, cantidad sin precedentes en el sector. Este avance está diseñado para la investigación científica y aplicaciones industriales y se espera que esté disponible a partir de 2025.
Atom Computing ha destacado por su uso de qubits de átomos neutros, manipulados con pulsos de luz y láseres. Esta tecnología presenta menos susceptibilidad al ruido y una fidelidad superior, 99.6% en operaciones de dos qubits, la más alta para esta clase de qubits. Estos atributos hacen que los átomos neutros sean ideales para la corrección de errores cuánticos, un aspecto crucial en los cálculos cuánticos.
En colaboración, Microsoft utiliza la virtualización de qubits en su plataforma Azure Quantum, permitiendo transformar qubits físicos en lógicos. La combinación ha logrado entrelazar 24 qubits lógicos en un estado de GHZ, mejorando drásticamente las tasas de error, de 42% en el nivel físico a 10.2% en el nivel lógico. También se realizaron con éxito cálculos utilizando el algoritmo de Bernstein-Vazirani, un indicativo del potencial para escalar estos sistemas para alcanzar una ventaja cuántica.
El sistema cuántico además se integra con Azure Elements, que junto a la HPC y la IA, potencia la investigación científica. Herramientas como la Química Generativa y la DFT acelerada permiten avances rápidos en sectores como ciencia de materiales y desarrollo farmacéutico.
Esta tecnología no solo promete revolucionar la investigación científica, sino que también abre nuevas posibilidades para la innovación industrial, permitiendo a las empresas generar y utilizar conjuntos de datos únicos para entrenar modelos de IA con mayor precisión.
Ben Bloom, CEO de Atom Computing, destacó la importancia de la colaboración con Microsoft, la cual permite ofrecer qubits lógicos confiables en una máquina cuántica comercial. Este adelanto promete acelerados progresos en campos como la química y los materiales.
Este hito en la computación cuántica, con pedidos ya disponibles para su entrega en 2025, representa un avance significativo hacia el futuro de la investigación cuántica, prometiendo descubrimientos transformadores en ciencia y tecnología.