En un giro inesperado que ha descolocado a inversionistas y analistas, Microsoft ha decidido frenar su expansión de centros de datos, deteniendo proyectos de construcción y cancelando contratos de alquiler de capacidad. La medida implica la congelación de más de 1,5 gigavatios (GW) en proyectos propios y la anulación de contratos por más de 2 GW. Aunque la noticia ha sembrado dudas sobre la demanda de infraestructura digital, un análisis más profundo indica una estrategia de ajuste a medio y largo plazo.
De acuerdo con un informe de SemiAnalysis, muchos megaproyectos de Microsoft en Estados Unidos y otros países han quedado detenidos, impactando terrenos con permisos y suministros eléctricos asegurados. A pesar de las obras pausadas, Microsoft sigue comprometida con la puesta en marcha de más de 5 GW de infraestructura entre 2025 y 2028, asegurando que la desaceleración no compromete su crecimiento inmediato.
Durante 2023 y la primera mitad de 2024, la empresa lideró el mercado del alquiler de centros de datos, firmando acuerdos no vinculantes y prealquilando más capacidad que sus principales competidores. Sin embargo, desde el año pasado ha comenzado a retirarse de estos acuerdos, pausando grandes proyectos en Iowa, Georgia y Texas.
La situación ha generado confusión en Wall Street, donde se temía una caída en los ingresos de proveedores de tecnología, aunque SemiAnalysis ha aclarado que el impacto real aún no se refleja en los libros de pedidos de estos proveedores.
Microsoft ha decidido frenar su expansión por varias razones, incluida la presión para optimizar costes y reevaluar sus prioridades estratégicas en inteligencia artificial. Esto ha llevado a la empresa a equilibrar su enfoque entre construcción propia, arrendamientos y asociaciones. La aceleración previa había generado una sobrecarga de compromisos y tensiones logísticas, mientras que la búsqueda de eficiencia en el capital invertido ha impulsado una reevaluación de la distribución global de capacidad.
A pesar del freno en ciertos proyectos, Microsoft no ha abandonado su apuesta por el crecimiento. El cambio hacia campus gestionados por socios en lugares como Oriente Medio sugiere un modelo más flexible. A corto plazo, este reajuste es una pausa técnica; a medio plazo, la compañía sigue posicionada como líder en infraestructura para la inteligencia artificial. El reto para el ecosistema tecnológico es interpretar correctamente estos cambios y entender que lo que parece un enfriamiento puede ser una reformulación estratégica.
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