Microsoft ha iniciado una nueva era en la construcción de centros de datos al introducir madera de ingeniería como material clave en Virginia del Norte. Este movimiento innovador busca reducir las emisiones de carbono asociadas al uso tradicional de acero y hormigón. Los centros combinan madera laminada cruzada (CLT), acero y un mínimo de hormigón, logrando una reducción del 35% en la huella de carbono respecto a las estructuras de acero y un 65% en comparación con aquellas de hormigón prefabricado.
El CLT, conocido por su resistencia al fuego y menor impacto energético durante su producción, también contribuye a una economía circular al ser un material renovable que almacena carbono. Esta iniciativa forma parte de los ambiciosos objetivos climáticos de Microsoft, que incluyen ser carbono negativo en 2030 y eliminar toda su huella de carbono histórica antes de 2050.
A pesar de enfrentar retos como el mayor coste inicial y la falta de experiencia en el uso de madera laminada, Microsoft está liderando la carga hacia una construcción más sostenible de centros de datos. La empresa ha adoptado estrategias que incluyen nuevos contratos de materiales de bajo carbono y ha invertido significativamente en tecnologías innovadoras, promoviendo el uso de CLT a gran escala.
Como uno de los mayores operadores de estos centros a nivel mundial, Microsoft está en una posición única para influir en la adopción de estos materiales, impulsando una transformación en toda la industria tecnológica hacia prácticas más sostenibles. La experiencia piloto en Virginia servirá como ensayo para futuras implementaciones, con miras a establecer una tendencia ecológica que podría redefinir el sector cloud.
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