El descubrimiento de 20 vulnerabilidades críticas en los bootloaders más utilizados del ecosistema de software libre ha generado una llamada de alerta entre los especialistas en ciberseguridad. Microsoft, a través de su inteligencia artificial Security Copilot, identificó fallos en GRUB2, U-Boot y Barebox, destacando los riesgos que estas vulnerabilidades suponen para dispositivos IoT y sistemas con Secure Boot.
El informe detalla que GRUB2, el cargador de arranque preferido de las distribuciones Linux, alberga 11 vulnerabilidades graves. Entre ellas, los desbordamientos de búfer, errores de enteros y ataques de canal lateral en funciones criptográficas representan una amenaza considerable para la integridad de los sistemas. En U-Boot y Barebox, comúnmente utilizados en sistemas embebidos, se encontraron nueve fallos adicionales relacionados con el manejo de sistemas de archivos y enlaces simbólicos.
Entre las vulnerabilidades de alto perfil se incluyen un desbordamiento de búfer en el sistema de archivos SquashFS y una vulnerabilidad de canal lateral por comparación criptográfica no constante, con potenciales consecuencias para Secure Boot. Esto podría permitir a atacantes instalar malware perdurable y bootkits persistentes con privilegios completos, incluso tras la reinstalación del sistema operativo.
El uso de Security Copilot en esta investigación representa un cambio en la metodología de detección. Esta IA, diseñada para tareas de seguridad ofensiva y defensiva, permitió una auditoría exhaustiva del código de GRUB2, identificando rápidamente puntos críticos y sugiriendo mitigaciones. Este avance redujo en una semana el tiempo habitualmente necesario para estas auditorías, según Microsoft.
Tras el hallazgo, se llevó a cabo una divulgación responsable en colaboración con los desarrolladores de los proyectos afectados. Las actualizaciones de seguridad fueron liberadas prontamente —el 18 de febrero de 2025 para GRUB2 y el 19 de febrero de 2025 para U-Boot y Barebox— con el objetivo de mitigar estos riesgos. En el caso de GRUB2, se reforzaron las políticas de revocación de componentes comprometidos y se desactivaron módulos conflictivos cuando está habilitado Secure Boot.
Este incidente destaca un problema sistémico más amplio: el reciclaje de código vulnerable entre bootloaders de código abierto y la ausencia de modernas medidas de seguridad. La importancia de integrar la inteligencia artificial en los procesos de seguridad se revela crucial, especialmente para proyectos que cuentan con recursos limitados. Con inteligencia artificial, las prácticas de seguridad en la industria tecnológica pueden enfrentar un cambio significativo en favor de un entorno digital más seguro.
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