Microsoft ha lanzado fuertes acusaciones contra Google, alegando que la empresa de Mountain View está llevando a cabo una campaña de desprestigio para desviar la atención del escrutinio antimonopolio al que ambas compañías están siendo sometidas tanto en Estados Unidos como en Europa. Según declaraciones de Rima Alaily, representante legal de Microsoft, el gigante tecnológico acusa a Google de ser el artífice de la Open Cloud Coalition, una organización que, según Alaily, tiene como objetivo moldear la percepción pública y reguladora acerca de Microsoft en el competitivo mercado de la computación en la nube.
A pesar de que Google se muestra como un participante menor dentro de esta coalición, Microsoft asegura que, en realidad, es la fuerza financiera y de control detrás de la organización, utilizando a proveedores europeos como la cara visible para encubrir su rol predominante. Este movimiento, según Microsoft, forma parte de una estrategia más amplia por parte de Google, que incluye financiar a comentaristas y académicos para que publiquen investigaciones críticas sobre las prácticas comerciales de Microsoft. Además, acusan a Google de distribuir documentos con información engañosa respecto a la presencia de Microsoft en China, con el fin de despertar desconfianza en Washington sobre sus operaciones.
Frente a estas acusaciones, Google ha salido al paso afirmando que las licencias de nube de Microsoft son anticompetitivas, limitando así la elección de los consumidores y afectando negativamente la innovación y la seguridad cibernética. En un movimiento legal, Google presentó en septiembre una queja formal ante la Comisión Europea, aseverando que las políticas de Microsoft crean restricciones para los clientes y le otorgan una ventaja indebida en el sector de la nube.
Este enfrentamiento tiene lugar en un contexto de intensificación de la competencia en el mercado de la computación en la nube, liderado por Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud. El aumento en la demanda de estos servicios ha sido impulsado por el crecimiento de la inteligencia artificial, posicionando el mercado como uno de los más lucrativos y competitivos en el ámbito tecnológico.
Microsoft ha expresado su intención de vigilar estrechamente las tácticas de Google y no ha descartado tomar medidas adicionales para proteger su posición en el sector. Este conflicto es indicativo de las tensiones que existen en una industria que no solo se enfrenta a rivalidades internas, sino también al escrutinio de reguladores ansiosos por desmantelar prácticas que parezcan monopolistas. En este tablero de ajedrez corporativo, cualquier movimiento es crucial, no solo para las empresas implicadas, sino también para los millones de usuarios y clientes que dependen de sus servicios en la nube.