Un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de Murdoch en Australia ha revelado que durante las relaciones sexuales se produce una transferencia de especies bacterianas entre individuos, lo que permite identificar un microbioma genital único llamado "sexoma" para cada persona. Este hallazgo, publicado en la revista Science, sugiere que el análisis del sexoma podría ser utilizado para identificar a agresores sexuales, incluso en situaciones donde el ADN humano no se detecta, lo cual tiene un potencial significativo en investigaciones forenses. A pesar del uso de preservativos, el estudio encontró que la transferencia microbiana no se elimina por completo, y aquí se observó que mayoritariamente la transferencia ocurre de mujer a hombre en estas condiciones. Sin embargo, los autores advierten que este campo de estudio aún está en desarrollo y requiere una comprensión más profunda de los factores que podrían afectar la diversidad microbiana.
La investigación, que contó con la participación de 12 parejas heterosexuales monógamas, involucró la recolección y análisis de muestras del microbioma genital antes y después del coito, pudiendo identificar las firmas microbianas individuales en sus parejas sexuales. Los resultados mostraron que ni la circuncisión ni el vello púbico influían en la transferencia microbiana, aunque notaron cambios en el microbioma vaginal durante la menstruación que podrían afectar sus resultados. Nerea Molina, investigadora de la Universidad de Granada, considera el concepto del "sexoma" fascinante para su aplicación forense, aunque reconoce que todavía hay desafíos por superar y es esencial continuar con investigaciones más amplias para validar su efectividad en escenarios reales. Además, factores como el tiempo desde el contacto o la presencia de otros fluidos biológicos podrían influir en los resultados del análisis del microbioma, según expertos del Science Media Centre España.
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