Las enfermedades externas de los ojos, como la conjuntivitis y los orzuelos, han aumentado en los últimos meses, convirtiéndose en causas frecuentes de consulta en oftalmología. La oftalmóloga de Policlínica Gipuzkoa, Lourdes Ruiz, señala que son las patologías más comunes en su consulta. Destaca la importancia de la higiene ocular y una buena gestión de estas afecciones para mantener una salud visual óptima y prevenir complicaciones futuras.
La conjuntivitis es una irritación de la capa superficial del ojo, conocida como conjuntiva. Según Ruiz, puede ser de origen infeccioso, tanto bacteriano como vírico, o tener causas alérgicas por exposición a alérgenos, e irritativas por contacto con sustancias químicas. Cada tipo de conjuntivitis presenta síntomas y tratamientos específicos. «Las conjuntivitis bacterianas, por ejemplo, producen una secreción mucopurulenta que puede hacer que el paciente se despierte con el ojo pegado», explica la especialista.
En comparación, las conjuntivitis víricas, aunque también generan secreciones, suelen ser menos abundantes y pueden empeorar en la segunda semana del cuadro. «Las conjuntivitis alérgicas suelen causar picor, escozor y lagrimeo, con muy poca secreción», añade la oftalmóloga.
Los orzuelos, otra afección ocular común, son causados por una obstrucción de las glándulas en el párpado debido a una infección bacteriana. Ruiz enfatiza la importancia de mantener una buena higiene ocular y evitar tocarse los ojos con las manos. «Los usuarios de lentes de contacto deben asegurarse de seguir buenas prácticas de uso para prevenir infecciones», advierte.
Para tratar los orzuelos, la especialista recomienda compresas tibias y masajes locales. Sin embargo, en algunos casos, es necesario recurrir a antibióticos tópicos. Ruiz subraya la importancia de tratar la causa subyacente, como la blefaritis o el mal uso de lentes de contacto.
En su consulta, Lourdes Ruiz también utiliza tecnología avanzada como el plasma para la sublimación de tejidos, un procedimiento que permite extirpar lesiones palpebrales como verrugas y quistes sin necesidad de cirugía. «Este procedimiento es ambulatorio, se realiza bajo anestesia tópica y no deja cicatrices, permitiendo que los pacientes reanuden su vida normal casi de inmediato», explica.
Para el tratamiento del ojo seco, la oftalmóloga menciona el uso de la microexfoliación palpebral (Blephex), un procedimiento que trata la blefaritis, una inflamación de los bordes de los párpados y una de las principales causas del orzuelo y del ojo seco. «Es similar a la eliminación del sarro de los dientes, pero en este caso, se elimina el sarro del borde de las pestañas para que las glándulas funcionen adecuadamente y la calidad de la lágrima mejore», aclara.
Asimismo, la doctora resalta el uso del colirio autógeno a partir de plasma rico en factores de crecimiento, que restaura eficazmente la superficie de la córnea y se prepara a partir de la propia sangre del paciente, eliminando el riesgo de rechazo y poseyendo propiedades similares a las de la lágrima.
Finalmente, Ruiz recalca la importancia de acudir a revisiones periódicas con el oftalmólogo: «Es común no acudir al especialista y automedicarse. Es fundamental revisar la vista, sobre todo ahora que llega el verano, y usar gafas con protección ultravioleta y gafas para bucear en la piscina o el mar para prevenir daños oculares», concluye.