México ha marcado una firme posición ante las intenciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de intervenir militarmente en el país bajo la premisa de combatir a los cárteles de la droga. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha emitido un comunicado tajante, rechazando cualquier presencia de tropas extranjeras en territorio nacional. Esta reacción se produce tras la revelación de que Trump firmó en secreto una orden para que las Fuerzas Armadas estadounidenses actúen contra organizaciones criminales extranjeras. El embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, ha respaldado la postura de su presidente, calificando a estas organizaciones como terroristas que amenazan la estabilidad y seguridad, sin mencionar directamente a México.
Desde hace meses, la Administración Trump ha intensificado sus esfuerzos para combatir a los cárteles, designándolos oficialmente como organizaciones terroristas y congelando bienes mediante el Departamento del Tesoro. Aunque México observa estas acciones con cautela, la presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado su negativa a la intervención militar estadounidense, enfatizando el respeto a la soberanía nacional. Ambos países están en conversaciones para establecer un acuerdo de seguridad que respete estos principios y que busca abordar las causas subyacentes de la violencia. Este diálogo, aunque tenso, destaca la compleja relación bilateral entre ambas naciones y la búsqueda de una solución conjunta ante el problema del narcotráfico, evitando que tropas extranjeras crucen una línea no pasada desde 1848.
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